"Se me quemó el campo en 20 minutos: nunca vi una cosa igual", dijo Arturo Anaya, sobre su estancia de 12.000 hectáreas en el paraje Gaspar Campos, provincia de Mendoza. Con nuevos focos de incendios, ayer eran casi 300.000 las hectáreas afectadas en el interior: 140.000 en Mendoza y 157.000 en La Pampa.
Al igual que el viernes pasado, la industria y la exportación volvieron a ofrecer ayer 5000 pesos por tonelada de soja con entrega inmediata sobre las terminales del Gran Rosario.
La presión tributaria sobre el sector agropecuario uruguayo volvió a incrementarse en 2017 y se ubicó en el valor más alto de los últimos años, lo que genera inquietud entre los productores y las gremiales del campo de este país.
"Fue la mejor semana del año", ironizó ayer un operador en el ámbito de la Bolsa de Comercio de Rosario, para describir lo vivido en las cuatro ruedas de negocios de 2018, tras las cuales el valor nominal de la soja disponible trepó un 6,4%, al pasar de 4700 a 5000 pesos por tonelada.
Un fuerte impacto de la reactivación del agro se registró el año pasado en el resultado de las ventas de maquinaria y, en el mismo nivel, en el de las camionetas destinadas al uso agropecuario.
Según un informe de la Estación Experimental Marcos Juárez del INTA, en la última campaña triguera, 2017/2018, el cereal si bien alcanzó altos rindes tuvo una baja proteína en la región central del país. El INTA Marcos Juárez hizo un relevamiento basado en el muestreo de 690.000 toneladas en acopios y cooperativas
Un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires alerta sobre la demora en la siembra de granos gruesos por la falta de precipitaciones en varias regiones del país, sobre todo en el norte, además de en parte de la provincia de Buenos Aires.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señala que en el norte de la provincia de Buenos Aires llovió un 30% menos en los últimos dos meses y que allí el 70% de los maíces se encuentra en una condición de regular a mal.
El diputado nacional Luis Contigiani alertó que treinta empresas de la provincia de Santa Fe están en riesgo por la oficialización estadounidense de un arancel del 72% contra el biodiésel argentino. El exministro de Producción santafesino remarcó que la provincia "produce casi la totalidad" del biodiésel argentino, y la mayoría está destinado al mercado norteamericano
Estados Unidos oficializó los aranceles de importación de hasta 72% para el biodiesel argentino. La medida se publicó en el Registro Federal (el Boletín Oficial norteamericano) y rige desde ayer, aunque sus efectos son retroactivos al 28 de agosto pasado, cuando el Departamento de Comercio norteamericano había impuesto aranceles provisorios contra ese producto.
Por segunda rueda consecutiva, los precios de la soja cerraron en alza ayer en el mercado doméstico, donde la industria aceitera volvió a mejorar sus propuestas para intentar reponer sus existencias tras las escasas operaciones concertadas a lo largo de diciembre, cuando la preocupación central de la oferta y de la demanda fue cerrar márgenes lo más sustentables posibles.
Los productores de San Pedro expresaron su preocupación porque las obras de ensanchamiento para la Cuenca del Río Arrecifes, donde ya se están haciendo tareas de limpieza y saneamiento, no cubriría toda la extensión del río y esto representaría un riesgo para miles de hectáreas que podrían inundarse ante una emergencia hídrica. Ayer, en un comunicado, la Sociedad Rural de San Pedro alertó sobre esta situación.
Las exportaciones de biodiésel de la Argentina cerraron 2017 en un nivel récord, pese al bloqueo del mercado que impuso Estados Unidos y gracias a la reactivación de los embarques a Europa desde septiembre pasado. Ese logro, no obstante, estaría en peligro durante 2018 por la entrada en vigor de retenciones del 8% para ese producto, ya que, según los expertos, complican la rentabilidad de las empresas.
En esta etapa del año, los trigos de invierno de las Grandes Planicies estadounidenses deberían estar "durmiendo" bajo una capa de nieve capaz de resguardarlos de las gélidas temperaturas. Sin embargo, existen zonas donde esa cobertura es débil y donde la actual ola de frío podría afectar gravemente la condición de los cultivos en una región que, además, padece de déficit hídrico en cerca del 80% de sus suelos.
El transporte de cargas tuvo un mejor año en volumen pero no en rentabilidad. Esa es la visión que tienen los empresarios de las dos entidades que lo reúnen en esta provincia. El 2017 cerró con una recuperación de entre el 20% y el 25% en cantidades movidas respecto a 2016, pero con pérdida de rentabilidad.
La falta de lluvias en amplias regiones de la pampa húmeda, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, continúa demorando la siembra de segunda fecha en soja y maíz y afecta a los cultivos ya implantados. Recién en diez días, según los expertos, habría mayores precipitaciones que traerían un alivio.
La primera rueda de negocios de 2018 en la Bolsa de Chicago dejó ayer subas generales para las cotizaciones de los granos. Las mayores ganancias se las llevó el trigo y respondieron a la posibilidad de que una ola de frío extremo perjudique los cultivos de invierno que aún no fueron cubiertos por la nieve.
Un trabajo elaborado por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) estima que, cada año, la erosión hídrica se lleva 4,17 toneladas de suelo de cada hectárea de Córdoba. Equivale a que la superficie se reduce a razón de unos 0,38 milímetros anuales.
La creciente preocupación por las consecuencias del uso de agroquímicos en el ambiente y la salud está definiendo nuevos modelos de producción agropecuaria, según concluyeron investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) en una reciente jornada sobre el "Impacto de la agricultura extensiva en la salud y el ambiente".
Con cada publicación mensual de las estadísticas de la Administración Nacional de Aduanas de China el mercado le toma el pulso a los pasos dados por el principal comprador mundial de poroto de soja. Pero en el nivel local, una vez más las cifras aportadas por el organismo dejan al descubierto la pérdida de participación de la mercadería argentina en el total de las crecientes importaciones chinas, no sólo de poroto, sino también de aceite de soja.
Las exportaciones de granos y subproductos agrícolas aportarían al país en 2018 un ingreso en dólares similar al de 2017, con unos US$ 26.000 millones. Esto siempre que el clima acompañe la producción. En tanto, la recaudación por retenciones, que hoy el Estado sólo cobra por la soja, disminuiría un 8,5% al finalizar el año. Bajaría unos US$ 350 millones, de US$ 4100 a 3750 millones.