21/08/2015
Kicillof anuncia más paliativos para el campo y contesta críticas de la oposición
A modo de paliativo, el ministro Axel Kicillof sigue anunciando medidas de alivio parcial.
Que cumplen con varios objetivos simultáneos: primero, genera la sensación de que el Gobierno sigue aplicando "políticas contracíclicas"; segundo, están dirigidas a una región que siente el enfriamiento de la economía y se lo está haciendo saber al Gobierno; y tercero, propician una oportuna división entre las agremiaciones del sector agropecuario.
Ayer, Kicillof, repitiendo su estrategia de un mes atrás, se reunió con los dirigentes de la Federación Agraria para acordar ajustes al régimen de ayuda a los productores lácteos. El anuncio implica una extensión del beneficio, en el cual se estableció una segmentación tal que maximiza la ayuda entre los pequeños productores.
De esa manera, el mes pasado, el ministro había tenido éxito en "partir" una protesta de las agremiaciones rurales.
Ahora, hizo hincapié en señalar que todas las medidas anunciadas en aquella ocasión están implementadas y funcionando.
Se trataba, básicamente, de programas de estímulo a pequeños productores de trigo, girasol, maíz, soja y leche, nuevos cupos de exportación para trigo y maíz, flexibilzación de créditos del Banco Nación para productores de soja y la posibilidad de otorgar mayor número de préstamos a cooperativas.
Kicillof contesta críticas.
En su conferencia de ayer, el ministro presentó las medidas como un paso más en la adopción de medidas contracíclicas pensadas para compensar el impacto negativo de la caída en los precios de las commodities agrícolas.
"Está destinado a los pequeños productores porque son los que más sufren los avatares de la crisis internacional", señaló el funcionario.
Este programa remunera $0,30 centavos por litro de leche para los primeros 2.900 litros producidos y está destinado a pequeños tamberos en el marco de la caída del precio internacional de los productos de origen primario.
"La tonelada de leche en polvo pasó de valer 5.000 dólares en marzo de 2014 a 1.590 dólares en los últimos meses, acompañada de la caída de otros productos, como consecuencia de la crisis mundial" afirmó Kicillof.
La medida, que alcanzará 1.500 nuevos productores, implicará una erogación adicional para el Estado de $120 millones. Según el funcionario, el estímulo estatal abarcara al 97% de los productores y el 82% del volumen de producción.
Si bien resulta un paliativo, los productores venían reclamando una ayuda más intensa.
"Necesitamos que en lugar de 30 centavos por litro la compensación sea de 60 centavos por litro", había indicado semanas atrás Daniel Oggero, miembro de la conducción de Asociación de Productores Lecheros de la Argentina.
Aprovechó, por otra parte, la ocasión para contestar las críticas de quienes lo fustigan por lo elevado del gasto público en plena campaña electoral.
"Me hace un poco de ruido que los mismos que critican el incremento del gasto público sean los que critican que la asistencia a determinado sector es reducida y piden más". Kicillof minimizó el impacto del déficit fiscal de la
Argentina, al señalar que "el volumen de déficit fiscal financiero es del 3,7 por ciento de producto bruto interno (PBI).
En ese sentido, mencionó que la relación que tiene Inglaterra, entre esos parámetros, es del 4,8 por ciento; Brasil del 5,3 por ciento; los Estados Unidos 4,2 por ciento, el conjunto de los países desarrollados el 3,9 por ciento y el nivel global de los países de América Latina es del 4,9 por ciento.
Paliativos en carpeta
Las medidas dirigidas específicamente al sector agropecuario se han transformado en un "leit motiv" para el kirchnerismo, conforme la campaña electoral va dejando al desnudo el malestar de los productores.
El candidato oficialista, Daniel Scioli, ya ha dado a entender que una de sus primeras medidas sería una revisión -con posible eliminación- de retenciones a la exportación en muchos de los rubros que actualmente tienen mayores problemas de competitividad.
En tanto, circulan versiones respecto de nuevas medidas en carpeta, a estudio de la presidenta Cristina Kirchner.
Lo cierto es que, en un contexto de fuerte retraso cambiario, estos anuncios son recibidos por los productores como apenas un paliativo. La rentabilidad en varios rubros sigue en caída y hay provincias donde se aceleró la concentración de la producción en jugadores grandes, en detrimento de los pequeños.
El ingreso para los productores, según reveló un estudio de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, es una parte ínfima del precio que pagan los consumidores por los alimentos. En el caso específico de la leche, el precio final es 4,68 veces más alto que el que percibe en origen.
De no cambiar el panorama, en el sector estiman que continuará el cierre de tambos por pérdida de rentabilidad. Hay establecimientos que no pudieron recuperarse de las inundaciones de principios de año y otros están afectados por el atraso en los pagos que dispusieron las industrias, entre ellas, Mastellone Hnos.
Sucede que para la industria lechera el escenario también se vislumbra complicado. En el primer cuatrimestre de 2015, las exportaciones de leche en polvo cayeron 21% (56.362 toneladas) y las de quesos bajaron 23% (13.840 toneladas).
Fuente: IProfesional