Análisis
Técnico
Un camino rural de bien mantenido en suelos vertisoles, debe tener una estructura central elevada, y que contemple el drenaje post lluvias tanto de cunetas y cruce de cañadas (alcantarillas), ya que la impermeabilidad de estos suelos termina originando “pantanos” en las zonas de acumulación de agua (“pozos” en el centro de los caminos, terminan derivando en poco tiempo, en pantanos que impiden el transito).
La maquinaria necesaria para mantener estos caminos, a diferencia de otras regiones, no es una motoniveladora, sino que incluye tractor con niveladora de arrastre, rome y cargadora. Estas herramientas permiten trabajar en condiciones específicas para este tipo de suelo, y realizar los rellenos necesarios para evitar la formación de pantanos y otros problemas que deterioran la transitabilidad.
El valor de estas cuatro maquinarias es de USD 201.000, un costo similar al de una motoniveladora, pero con una eficiencia mayor para el arreglo de caminos rurales en esta región de suelos vertisoles, y a su vez, herramientas disponibles en el ámbito rural, ya que la mayoría de los productores cuentan con ellas.
Costos de
reconstrucción y mantenimiento
El costo de reconstruir y mantener un camino rural, incluyendo el desmonte de banquinas y la colocación de alcantarillas, se estima en 3.400 litros de gasoil por kilómetro, contratando el 100% de los servicios. Si asumimos que un kilómetro de camino rural tiene influencia directa sobre 300 hectáreas, esto equivale a aproximadamente 11,3 litros de gasoil por hectárea de influencia del camino.
Este costo de 3.400 litros de gasoil por kilómetro es por única vez, ya que una vez reacondicionado, el mantenimiento anual se reduce a un rango de entre 100 a 300 litros de gasoil por kilómetro, dependiendo de la intensidad de uso y las lluvias acontecidas.
Costos
por No tener caminos en condiciones
Los productores agrícolas enfrentan costos significativos cuando los caminos no están en condiciones óptimas.
Para calcular estos costos, se realizó una estimación
sobre las 300 hectáreas de influencia de 1 km de camino rural. Estadísticamente,
de esas 300 hectáreas, 150 se utilizan para la producción agrícola, de las
cuales 100 hectáreas son para soja (2,5 tn/ha) y 50 hectáreas para maíz (5,5
tn/ha). En un año como 2024, con precipitaciones presentes desde marzo a mayo,
se pudo documentar la diferencia entre caminos rurales bien mantenidos y mal
mantenidos. Los productores con caminos en buen estado de mantenimiento,
pudieron sacar sus producciones directamente de la puerta de sus chacras 18
días antes, respecto de aquellos con caminos en mal estado, que enfrentaron
los costos extras mencionados.
En total, estos costos adicionales suman aproximadamente 21 litros de gasoil por hectárea de influencia de 1 km de camino rural, lo que se traduce en un total de 6.245 litros de gasoil por km. Esto muestra que el costo de no mantener los caminos es significativamente mayor que el costo de reacondicionarlos (6.245 litros frente a 3.400 litros), considerando solamente el análisis para la producción agrícola.
Conclusión
El análisis técnico y económico, muestra
que el mantenimiento de caminos rurales es una inversión rentable. Los costos
de reacondicionar los caminos son menores que las pérdidas económicas por no
tenerlos en condiciones óptimas. El modelo de gestión propuesto se centra en
concretar convenios por determinados caminos, entre vialidad y consorcios
rurales o productores (grupal o individualmente). Estos serían responsables del
mantenimiento de tramos específicos, utilizando sus propios recursos y
maquinaria, mientras el estado proporciona el soporte legal, técnico y
presupuestario. Este enfoque asegura un mantenimiento preciso, optimizando los
recursos y mejorando la transitabilidad y el desarrollo rural, es una solución
viable y eficiente.
Cr. Matías Méndez
Ing. Víctor Veik