El organismo detectó entre una y 33 manchas por folíolo, en algunos casos unidas y formando lesiones más grandes en la soja. La Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Paraná del INTA realizó esta advertencia en un boletín fitopatológico, tras realizar análisis y hallar MOR y otras "muchas manchitas similares".
Las manchas iniciales "son poco perceptibles", aunque "son muy visibles en plena esporulación", cuando se perciben en el haz y envés de los folíolos. Allí, el centro de la mancha más oscuro indica plena esporulación e inóculo disponible para plantas sanas.
La enfermedad, que afecta al cultivo en todos los estadios fenológicos y corta la incubación, se presenta principalmente en hojas, y en ataques severos también se observa en tallos, vainas y semillas. Se disemina a corta distancia por el viento y salpicado de lluvia; y a largas distancias por semillas, explicó el INTA.
Además, detalló que el clima favorable es el cálido y húmedo, con temperaturas nocturnas mayores a 20 grados y diurnas entre 25 y 30; lluvias abundantes, rocío, alta humedad ambiental, alta heliofania (brillo del sol) y amplitud térmica.
Por eso, el INTA recomendó a los productores realizar un monitoreo "en cruz o en zig zag", tomando 20 plantas a la azar, quitando las ramificaciones secundarias para contar el número de manchas en el folíolo central de todas las hojas del tallo principal.
Tras obtener un promedio de manchas (número de manchas sobre el total de folíolos evaluados), recomendó realizar aplicaciones "a dos o tres milímetros en variedades susceptibles con de tres a cinco manchas".
En tanto, para los cultivos en estadios vegetativos deberán "reducir inóculo con benicimidazoles o triazoles"; y los que se encuentran en estadios reproductivos usar mezclas de "estrobulirunas, triazoles y carboxamidas".
Clarín