“Todo sucedió en los primeros minutos del sábado, y el domingo salimos a recorrer los campos para verificar los daños que generó en las distintas producciones. Lo que vimos fue mucho peor de lo que esperábamos. Ver los palitos de lo que era un maizal a punto de florecer, lotes de trigo, en el caso puntual de uno de 150 hectáreas con las espigas tiradas en el piso, silos bolsas rotos impresiona”. Los alfalfales, la pedrada directamente los aró, es como si se hubiese disqueado la tierra”, acotó en declaraciones a El Día.
Contó que las cunetas de los caminos por un lapso de tres horas debido a que quedaron cubiertas por las piedras.
Sobre el tamaño de las piedras indicó que “algunas cabían en la palma de una mano; mientras que el resto eran del tamaño de una pelota de ping pong”. Y al panorama desolador se le agrega los árboles tirados en el piso, otros sin gajos, la mayoría sin hojas, pájaros muertos en los patios, en los campos, animales castigados por la pedrada en el campo, inclusive algunos terneros, ganado Holando, que se encontraban en la guachera terminaron pereciendo por el impacto del granizo con piedras de gran tamaño.
Sobre la superficie afectada prefirió esperar a que la Bolsa de Cereales brinde un informe. De todas maneras, comentó que “unos 80 productores de entre 70 y 150 hectáreas perdieron prácticamente todo. Por fortuna, el fenómeno se registró a las dos de la mañana y no en horas de la tarde con la gente trabajando en el campo”.
“Aquellos que pudieron levantar el trigo antes del tornado, sólo perdieron la soja que habían implantado”, explicó y contó que en la zona de Crespo un número importante de productores hortícolas sufrieron serios daños en sus invernáculos, “los cuales fueron atravesados como si se tratase de papel, en una etapa de pleno crecimiento de los tomates y pimientos”.
En lo que respecta a la avicultura, indicó que “el tremendo ruido de la pedrada en los galpones de pollo generó que las aves se juntaran en un rincón, produciéndose una mortandad importante. La situación no pudo ser controlada por el productor, debido a que no podía salir de su casa por la intensa y prolongada pedrada, en tanto que los que se dedican a las gallinas ponedoras también vivieron situaciones especiales”
“Las gallinas saltaban en las jaulas por el susto y algunas murieron, y otras por el movimiento se les rompió la huevera”, lamentó la titular de la FAA en Crespo, quien indicó que las zonas afectadas fueron Eigenfeld, Colonia Merou, Aldea San Miguel y la zona de Camino del Medio.
Diario El Día (Gualeguaychú) - Fabián Miró