En ese sentido, la falta de lluvias óptimas por más de 90 días y las bajas temperaturas atípicas para el inicio de la primavera dañaron al trigo sembrado en el pasado otoño-invierno.
Al punto que, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la producción llegará a 20 millones de toneladas, 7% por debajo o 1,5 millón de toneladas menos de la primera estimación de la entidad rosarina.
Si bien los 20 millones de toneladas, de concretarse, se constituirían en un nuevo récord para el cereal, lo cierto es que las previsiones dan cuenta de que las precipitaciones seguirán siendo esquivas, con lo que el recorte productivo puede ser mayor.
Pronóstico complicado
"Septiembre y los primeros 9 días de octubre mantienen el patrón seco que domina en gran parte del oeste y centro sur de la región pampeana", señalaron desde la Guía Estratégica del Agro (GEA) de la Bolsa rosarina.
Y agregaron que "si bien se espera que se presente un nuevo frente de tormentas entre este viernes y sábado, no tendría la condiciones necesarias para revertir el pulso seco".
Explicaron que por estos motivos las estimaciones de rendimiento por hectárea disminuyeron. También el área sembrada con el cultivo se ajustó a 6,7 millones de hectáreas, unas 170 mil hectáreas menos que lo calculado con anterioridad. Resaltaron que las pérdidas de lotes que empiezan a dejarse de lado por la falta de agua y el efecto de las bajas temperaturas, en forma total o parcial, ya superan las 200.000 hectáreas.
"La falta de agua se agudiza en el momento en que el área de trigo atraviesa sus etapas más críticas. Es urgente la necesidad de lluvias importantes a gran escala para poder completar los granos y revertir la caída de rindes que se viene corroborando semana tras semana", puntualizó.
Las provincias de Buenos Aires y la de Córdoba son las más perjudicadas por la sequía mientras las lluvias de la última mejoraron el panorama de los trigales en Santa Fe y Entre Ríos.
Siembra reperfilada
Los problemas climáticos sumados a las dudas electorales terminaron de definir la suerte del maíz nuevo. En ese sentido, la BCR sostuvo que de perfilarse como la mayor área sembrada de la historia, de 7,25 millones de hectáreas, terminará cubriendo 6,9 millones de hectáreas, 1,4% menos que el año pasado.
A esta altura, la siembra del cereal (la estrella de la campaña anterior con una producción récord en torno a 50 millones de toneladas del grano comercial) se encuentra demorada 3 puntos porcentuales contra las últimas cinco temporadas. Y no se descarta que si la sequía se profundiza haya un mayor recorte del área.
De momento, con las hectáreas estimadas para cubrir con maíz, desde la GEA calculan que la producción puede llegar a las 47,5 millones de toneladas.
La soja gana terreno
Ante la situación, los especialistas creen que muchos productores pueden seguir pasándose a la soja, en lugar de hacer maíz hacia diciembre.
A menos de 10 días de que arranque la siembra, la oleaginosa suma 350.000 hectáreas a la intención de siembra, en detrimento al maíz de primera.
Así, ya suman 18 millones de hectáreas intencionadas para cubrir con soja, que si se concretan pueden dejar más de 51 millones de toneladas si las condiciones acompañan.
El Cronista – Paula López