27/06/2018

La sequía derrumbó la producción del campo e impactó en la economía

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En abril cayó 0,9% interanual y 2,7% respecto de marzo, producto de la caída del 30% en agricultura y ganadería; estiman que la merma refleja el inicio de una recesión

La peor sequía en los últimos 50 años impactó de manera rotunda en la actividad económica de abril, que cayó un 0,9% interanual y un 2,7% con respecto a marzo en la medición desestacionalizada, según informó ayer el Indec. Los datos desagregados son contundentes: el sector agropecuario mostró una caída del 30,8% interanual. El dato sorprendió porque ninguna de las consultoras privadas había estimado una contracción tan fuerte. De hecho, hay que remontarse seis años atrás para encontrar un ajuste estacional similar. Fue en 2012, cuando ocurrió la anterior sequía que afectó al país.

El organismo que conduce Jorge Todesca dio a conocer el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), un indicador que anticipa la evolución del PBI y que, a pesar del dato negativo de abril, reflejó una expansión de 2,4% en el acumulado del primer cuatrimestre del año. Sin embargo, las perspectivas para los próximos meses no son optimistas, ya que, además de que continuar el efecto sequía por lo menos hasta este mes, desde mayo se suma el impacto de la devaluación del peso.

"La caída interanual la explica la bruta caída del sector agropecuario. Hubo otros sectores que tuvieron un desempeño mejor, como la industria y la construcción. El dato era esperable, pero fue peor de lo que la mayoría de las estimaciones privadas indicaban, sobre todo en términos interanuales", indicó Gabriel Caamaño, economista jefe de la consultora Ledesma.

Por ejemplo, la consultora Orlando Ferreres & Asociados había proyectado una expansión interanual de 1% en abril y una caída de 1,8% respecto de marzo.

"El dato de mayo va a ser malo también. Hay que ver qué pasa con el ajuste estacional, ya que el dato de abril todavía es provisorio. El mes que viene, además, ya se va a comenzar a ver el efecto en la molienda de soja, que es el sector que más pesa dentro de la industria alimentaria. A su vez, la inestabilidad macro les va a pegar al consumo, a la industria automotriz y a la metalmecánica", agregó Caamaño.

En el Ministerio de Hacienda, por su parte, señalaron: "Excluyendo al agro, estimamos que la actividad económica en el resto de los sectores aumentó en abril 3,3% sobre el nivel de abril de 2017".

"El buen desempeño de la actividad económica se encuentra difundido, ya que 12 de 15 sectores mostraron crecimiento interanual", agregaron en esa cartera.

Pesca (10,8%), construcción (10,2%) e intermediación financiera (9,4%) fueron los tres sectores que más expansión interanual tuvieron. Por su parte, comercio (5,5%), industria manufacturera (3,1%) y actividades inmobiliarias (5%) también crecieron, y son los tres sectores con mayor incidencia en la actividad, después del rubro agricultura, ganadería, caza y silvicultura (que tiene un peso en el EMAE de 3,78%.

"Sorprende que ya en abril se vea una caída interanual, eso no estaba en las proyecciones privadas. Igual, por ahora es el efecto sequía el preponderante para explicar la baja, que se trasladó también a otras actividades, como transportes", explicó Martín Alfie, economista de la consultora Radar.

"Creo que el panorama para el año es más complicado de lo esperado, y el cuarto trimestre va a terminar de definir si el año cierra con resultado negativo o positivo. Aunque a esta altura es meramente estadístico", completó.

Por su parte, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina, indicó que "el dato de abril mostró una caída fuerte, incluso en la variación desestacionalizada, lo que anticipa que en el segundo y el tercer trimestre va a haber caídas".

"Es el inicio de una recesión. Si bien ya hubo turbulencias cambiarias en ese mes, el gran artífice de este resultado fue el mal número de la producción agropecuaria. El segundo trimestre ya valoriza la soja y el maíz con sendas bajas por el impacto directo de la sequía, que afectó muy fuertemente la producción", estimó.

Tanto el Gobierno como los especialistas privados adelantaron que los próximos meses de la economía serán difíciles por los impactos que tuvieron los aumentos de tarifas y la devaluación sobre el consumo, además de continuar el efecto sequía sobre el campo.

Federico Furiase, economista jefe de EcoGo, comentó que "en abril estuvieron el efecto de la turbulencia cambiaria, la aceleración de la inflación por sobre los salarios, la suba en la tasa de interés, y del lado de las exportaciones, el efecto de la sequía".

"Era esperable, pero fue una caída fuerte, sobre todo en lo interanual, con una base de comparación baja con el año pasado", indicó.

En 2017, la economía creció un 2,8%, y para este año, las estimaciones en enero proyectaban una expansión por encima del 3%. Sin embargo, la sequía y las dos depreciaciones bruscas del peso derrumbaron la estimación optimista de comienzos de año. Sin embargo, en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de mayo, que difundió el Banco Central (BCRA) sobre la base del promedio de expectativas de las consultoras privadas, las proyecciones de crecimiento para este año todavía estiman un dato positivo: rondan el 1,3% de expansión del PBI.

La Nación - Sofía Diamante

 

El déficit externo de la Argentina creció al 5,3% del PBI en el último año

El saldo de la cuenta corriente mostró en el primer trimestre el rojo más alto desde la salida de la convertibilidad; la deuda externa creció a US$253.741 millones

El saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos mostró en el primer trimestre del año el mayor déficit para ese período, al llegar a US$9623 millones (-1,5% del PBI), de acuerdo con el informe respectivo difundido ayer por el Indec. De hecho, el déficit aumentó 34% respecto de igual período de 2017 (US$7200 millones), según calculó la consultora Ecolatina.

Por otra parte, la deuda externa del país llegó en el mismo período a US$253.741 millones y aumentó US$19.192 millones respecto del último trimestre del año anterior,

"Con estos números, en el acumulado de los últimos cuatro trimestres el saldo negativo de la cuenta corriente asciende a 5,3% del PBI (US$34.000 millones), lo que marca el registro más alto desde la salida de la convertibilidad (tanto en términos nominales como en porcentaje del PBI)", agregó la consultora.

Igual que el año pasado, la profundización del déficit de cuenta corriente respondió a la expansión de la actividad y la apreciación cambiaria. "Sin embargo, tras la corrida cambiaria y el freno del nivel de actividad, estimamos que esta situación comenzará a revertirse a partir del segundo trimestre", proyectó Ecolatina.

Por otra parte, el déficit de la balanza de bienes superó los US$1700 millones, casi triplicando la cifra observada en el primer trimestre del año pasado (US$600 millones).

Además, "el importante incremento de las importaciones observado en los primeros tres meses del año (21% interanual) no pudo ser compensado por el avance de las exportaciones (13%)", destacó Ecolatina.

En tanto, el rojo del intercambio de servicios trepó 14% interanual en los primeros tres meses y superó los US$3500 millones. "El déficit se explica principalmente por el boom de turismo en el exterior: este rubro explica más del 70%" de dicho saldo, indicó el informe.

Finalmente, la consultora estimó que "esta dinámica alarmante del déficit externo no se repetirá en lo que resta del año: la mejora del tipo de cambio real y la contracción del nivel de actividad frenaran las importaciones".

"No obstante, producto de la sequía que azotó al sector agropecuario y de los recortes en las perspectivas de crecimiento de Brasil, las mejoras serán lentas por el lado de las exportaciones. Con este panorama, estimamos que el rojo de cuenta corriente rondará los US$27.000 millones en 2018", concluyó.

La Nación